Época: Escultura
Inicio: Año 1200
Fin: Año 1300

Antecedente:
La escultura en el siglo XIV

(C) Francesca Español



Comentario

Sin embargo, hacia 1330 recala un artista en Toulouse que va a impactar enormemente con su obra en todo el Midi. Es difícil pronunciarse sobre el número de artífices que integraban el que hoy conocemos como Taller de Rieux, pero indudablemente el papel director debe asignarse a uno de ellos. Jean Tissandier, obispo de Rieux, construye su capilla funeraria en los franciscanos de Toulouse, y encarga a estos maestros la decoración escultórica de la misma.Un conjunto de imágenes de tamaño mayor que el natural que representan apóstoles, santos, al propio fundador como donante, haciendo ofrenda de una maqueta (su capilla) a la Virgen, más alguna clave de bóveda procedentes de esta fundación se custodian actualmente en el museo de los Agustinos de Toulouse, a donde llegaron tras ser recogidas después de la destrucción del convento. También llegó entre ellas la soberbia imagen yacente del sepulcro episcopal. Estas piezas responden a un estilo absolutamente inédito en todo el Midi, para el que es difícil incluso hallar paralelos en el norte de Francia. Se trata de figuras de pronunciado movimiento de caderas, vestidas con túnicas, cuyos pliegues han sido abordados desde un prisma absolutamente preciosista y algo barroco (se multiplican, caen en cascada de forma arbitraria, etc.). Este gusto por el detalle que hace que el artista se detenga en lo anecdótico, se patentiza también en el tratamiento del cabello o de las barbas, magistral en el caso de san Pablo. Algunas figuras han sido individualizadas, pero otras presentan rasgos ambiguos, como sucede con san Juan Evangelista. Otra característica de estas piezas es que responden a unos planteamientos, en lo que al volumen se refiere, bastante inusuales para la época. No en vano muchas obras que después se han ido adscribiendo a este círculo artístico, fueron tomadas inicialmente como producciones del gótico internacional.La actividad tolosana de este taller no se limitó a esta capilla de los franciscanos. Intervino también en la obra de la catedral, donde se conservan varias claves de bóvedas de su mano. Fuera ya de la ciudad se han localizado piezas en Mirepoix (claves de bóveda), una magnífica Virgen con el Niño en Tarbes y están en su órbita desde el sepulcro episcopal de Saint-Bertrand-de-Comminges, a la Virgen de Narbona, entre otras muchas obras que se reparten desde el Atlántico hasta el Mediterráneo, con irradiación hacia Cataluña, Aragón y Navarra.